El uso de la voz y la comunicación con el uso de las mascarillas quirúrgicas (y de otro tipo) se ha convertido en uno de los temas más importantes en la era de COVID 19. Desde el inicio del ciclo escolar, los docentes se han visto obligados al uso de las mascarillas dentro de los centros educativos y adaptarse a “esta nueva realidad”. Si bien hay muchas investigaciones y discusiones abiertas sobre los posibles efectos negativos para la voz, los logopedas nos enfrentamos a un incremento en las consultas sobre el tema. Por ello, debemos conocer cuáles son los consejos útiles y acciones concretas que se deben tener en cuenta para evitar que la voz se vea afectada en unas circunstancias excepcionales como estas.

En cuanto al uso de la mascarilla, en un estudio reciente, buscaron cuantificar acústicamente el desafío potencial que plantean las mascarillas para la comprensión de un oyente. Para ello compararon una máscara simple y máscaras N95. Los datos mostraron que cada máscara sirve esencialmente como un filtro de paso bajo, atenuando las frecuencias altas (2000-7000 Hz) habladas por el usuario, con un nivel de atenuación de decibelios (dB) que varía de 3 a 4 dB para una máscara médica simple y cerca de 12 dB para las máscaras N95 (Goldin et al., 2020).

Gráfico del estudio de Goldin et al. 2020. Diferencias de nivel de SPL de salida (en dB) por tipo de máscara que se usa.

¿Qué significa esto? Que las mascarillas, sea cual sea su formato, degradan de forma significativa la calidad del habla que, en combinación con el ruido del ambiente, las cualidades acústicas poco favorables del espacio físico y la falta de información visual que permita completar de forma eficaz la información auditiva (ya que la mascarilla elimina la posibilidad de poder leer los labios) hacen que el habla en muchos casos se vuelva ininteligible y eso es lo que hace que esforcemos nuestra voz. Podemos decir que los profesores deben enfrentarse a dos problemas importantes por el uso de las mascarillas: hacer un buen uso de su voz para ser escuchado y el impacto de las habilidades sociales no verbales, principalmente cuando se trabaja con niños.

En gran medida nuestra comunicación depende de las expresiones faciales de todo el rostro y cubrirlo con las mascarillas cambia la interpretación de las señales sociales que acostumbramos a utilizar a diario. Afortunadamente nuestro cerebro puede adaptarse a ello y muestra de ello son las investigaciones que nos dicen que dependemos de una variedad de información, incluido el tono de voz (Paulmann y Uskul., 2014), el lenguaje corporal (Aviezer et al., 2012) y las señales contextuales (Aguert et al., 2013) para leer las emociones de las otras personas. Entonces, aunque no tenemos toda la información por tener parte del rostro cubierta, podemos usar otras formas tanto para comunicarnos como para comprender a los demás.

Para mejorar nuestra comunicación y hacer uso adecuado de nuestra voz, con el uso de la mascarilla, debemos realizar una serie de acciones concretas para prevenir el cansancio vocal, las disfonías y evitar así que se instale una patología vocal.

Consejos para cuidar la voz y la comunicación con el uso de la mascarilla en clase

1. Si no hablas, recuerda respirar por la nariz, no por la boca.
2. Reducir todo lo posible el ruido de fondo.
3. Hablar a un ritmo que te permita articular mejor, con naturalidad, sin exagerar.
4. Llamar la atención de la persona con la que queremos hablar.
5. Utilizar más gestos con las manos, ahora la expresión con los ojos juega un papel fundamental. MUY IMPORTANTE en el momento de comunicarnos con nuestros niños o personas con deficiencia auditiva: asegurarnos que nos están mirando, ponerse a su altura (posición sentado, de pie). Hablar con el rostro bien iluminado y ayudarte siempre con los gestos, ten en cuenta que con la mascarilla falta parte de la información que proporciona pistas para descodificar los sonidos del habla y reconocer las palabras.
6. No gritar es fundamental, en general estamos acostumbrados a escuchar “nuestra voz proyectada” pero con el uso de la mascarilla tenemos la sensación de que se nos oye menos. Es importante no incrementar la intensidad (volumen) de nuestra voz de forma innecesaria, para evitar el esfuerzo vocal. Variar el tono, para que nuestra voz no suene monótona. Utilizar sistemas de amplificación o microfonía, siempre que sea posible (mano, solapa, diadema…) para no forzar.
7. Utilizar mascarillas homologadas. Ciertas mascarillas de tela no sujetan demasiado la nariz y la barbilla debido a su diseño. Lo que dificulta la articulación y por lo tanto la comprensión por parte del alumnado. Es esencial contar con mascarillas homologadas (quirúrgicas, FFP2/3, KN95), para asegurarnos protección adecuada. Es muy importante respetar las horas de uso de una mascarilla y cambiarla cuando sea necesario.
8. NO OLVIDES cumplir con las medidas de higiene vocal:

• Hidratación. Beber agua y el uso de vapores. ¿Sabes cómo beber agua con la mascarilla sin quitártela? Introduciremos el dedo índice por dentro de la mascarilla en la zona de la barbilla y la levantaremos para poder beber agua. De esta manera no la tocamos externamente ni es necesario retirarla.
• Evita el consumo de irritantes como el alcohol, tabaco o café.
• “Calentar la voz” antes de empezar a trabajar.
• Descansa tu voz al menos 10 minutos por cada hora que hables.
• Los logopedas/fonoaudiólogos son los profesionales sanitarios que pueden ayudarte a cuidar tu voz.

Publicado por Carolina Vittar Paz

Para saber más…

• Aguer,t M., Laval, V., Lacroix, A., Gil, S. y Le Bigot, L. 2013. Inferir emociones a partir de la prosodia del habla: no es tan fácil a los cinco años. Más uno, 8 (12): e83657.
• Aviezer, H., Trope, Y. y Todorov, A. 2012. Las señales corporales, no las expresiones faciales, discriminan entre emociones intensas positivas y negativas. Ciencias, 338 (6111): 1225-9.
• Goldin A, Weinstein BE, Shiman N. How do medical masks degrade speech perception? Hearing Review, 27(5): 8-9.
• Paulmann, S. y Uskul., A.K. 2014. Reconocimiento de prosodia emocional transcultural: evidencia de oyentes chinos y británicos. Cogn Emot., 28 (2): 230-44.
• Sato, W., Fujimura, T., Kochiyama, T. y Suzuki, N. 2013. Relaciones entre la mímica facial, la experiencia emocional y el reconocimiento de emociones. Más uno, 8 (3): e57889.